Durante su primera semana como presidenta de la Junta Escolar de las Escuelas Públicas del condado de Montgomery, Grace Rivera-Oven conversó con MCM sobre su nuevo rol, sus prioridades y los objetivos que planea alcanzar durante su mandato de un año.
Nacida en Bolivia, Grace Rivera-Oven llegó al condado de Montgomery siendo una joven inmigrante y, posteriormente, se graduó de Gaithersburg High School. Se describe a sí misma como un “producto de MCPS”. “Para mí, esto es un momento de círculo completo”. Hoy, lidera un sistema de más de 154,000 estudiantes en 211 escuelas, una labor que ella describe tanto como “un regalo” como “una enorme responsabilidad”.
Entre sus prioridades está mejorar la colaboración entre defensores, sindicatos, personal y grupos comunitarios para asegurar una misión común: que cada estudiante reciba una educación de alta calidad, sin importar dónde viva en el condado.
“Me gustaría lograr un sentido de unidad,” dijo Rivera-Oven. “Ya sea que un estudiante viva en Bethesda, en el oriente del condado, o en Gaithersburg, donde crecí, deben tener las mismas oportunidades”.
Reconoce que la diversidad del condado es una de sus mayores fortalezas, pero también requiere esfuerzo en comunicación, comprensión cultural y apoyo emocional tanto para los estudiantes como para el personal.
Un pasado lleno de desafíos y triunfos
En su rol de liderazgo, recuerda los desafíos que enfrentó mientras asistía a Gaithersburg High School. Rivera-Oven habló sobre su experiencia como una de cinco estudiantes latinas en su clase de graduación. Recuerda haber enfrentado discriminación y limitaciones económicas. “Los desafíos te hacen la persona que eres”, reflexiona. También destacó la presión que conlleva ser una líder latina: “Cuando eres mujer e inmigrante, estás bajo un microscopio. Las expectativas son más altas”.
A lo largo de los años, y antes de asumir este cargo, se convirtió en mentora de muchos jóvenes y se mantuvo activa en el compromiso cívico, siendo a menudo la única voz latina en comités y comisiones del condado, con el objetivo de apoyar especialmente a los estudiantes que buscaban un lugar donde sentirse parte de la comunidad.
Enfoque en seguridad, prevención del acoso y responsabilidad comunitaria

Uno de los temas que, según Rivera-Oven, le quita el sueño es el acoso escolar, un problema que preocupa a padres y cuidadores de todo el condado. Compartiendo su propia experiencia de haber sido víctima de acoso y ataques en la escuela, cree firmemente que las prácticas restaurativas alguna vez la ayudaron a convertir una situación dolorosa en una experiencia transformadora. Pero enfatizó que las escuelas no pueden asumir la responsabilidad por sí solas. “No es solo responsabilidad del sistema escolar,” dijo. “Los padres deben enseñar tolerancia, empatía y cómo ponerse en el lugar de los demás”.
Se comprometió a fortalecer el Código de Conducta de MCPS y apoyar los esfuerzos de justicia restaurativa para fomentar una cultura escolar más respetuosa.
Desafíos de infraestructura y financiamiento
Otra prioridad importante son los desafíos de infraestructura y financiamiento, un tema que se ha vuelto más urgente a medida que las escuelas envejecen y los sistemas de aire acondicionado y calefacción presionan los recursos limitados.
“La necesidad es enorme”, dijo, citando ejemplos como Magruder High School, donde solo reemplazar el sistema de aire acondicionado y calefacción podría costar más de $30 millones. Con 211 escuelas y dos nuevas escuelas secundarias que abrirán el próximo año, la inversión equitativa es esencial.
“Sin financiamiento, sólo tenemos dinero de Monopoly”, señaló, haciendo un llamado a la colaboración continua con el Consejo del Condado y la Oficina Ejecutiva.
Visión de liderazgo para 2025 y 2026
Cuando se le preguntó qué espera lograr durante su presidencia, Rivera-Oven no dudó en decir: “Cada niño que entre a nuestras escuelas debe sentirse bienvenido, que pertenece, que se le quiere, y que reciba una educación sin importar en qué escuela esté”, dijo.
También enfatizó la importancia de apoyar a los maestros, al personal y a los empleados escolares que llevan gran parte del peso emocional y práctico dentro de las aulas, autobuses y cafeterías.
MCPS, agregó, “tiene una reputación de excelencia de muchos años”, una que ella está decidida a preservar y fortalecer.