Eugene Gligor / Foto cortesía MCSAO
Un hombre fue sentenciado por asesinar a la madre de su exnovia hace 24 años en Chevy Chase, un homicidio que hasta hace poco se consideraba un caso sin resolver.
Eugene Gligor, de 45 años y residente de Washington D.C., fue sentenciado a 22 años de prisión, seguidos de cinco años de libertad condicional por el delito, según la Fiscalía Estatal del Condado de Montgomery.
En mayo de 2001, Leslie Preer, de 49 años, fue encontrada sin vida en su domicilio en la Avenida Drummond en Chevy Chase, con múltiples laceraciones en la cabeza, según los documentos de la acusación. Se encontró ADN de un hombre desconocido, el cual fue recolectado en el lugar de los hechos.
Gracias a los avances tecnológicos, el año pasado la policía del Condado de Montgomery utilizó análisis de ADN genealógico forense para identificar a Gligor.
Leslie Preer / Foto cortesía MCSAO
Una muestra de sangre de la escena del crimen se relacionó con el apellido “Gligor”. Una pista en el expediente original del caso, que indicaba que Gligor mantuvo una relación con la hija de Preer en 1998, también ayudó a los investigadores a localizar al sospechoso.
El año pasado, detectives de la policía del condado de Montgomery recogieron una botella de agua vacía de la que Gligor estaba bebiendo. El ADN que se encontró en la botella coincidió con la evidencia de la escena del crimen, según los documentos de la acusación.
En mayo, 24 años después del homicidio, Gligor se declaró culpable de asesinato en segundo grado.
El fiscal estatal del condado, John McCarthy, lo calificó como un “caso histórico” durante una rueda de prensa posterior a la sentencia. Es una de las primeras veces en Maryland, y en Estados Unidos, que se utiliza ADN familiar para probar un caso.
“Este fue un crimen atroz”, declaró McCarthy. “La muerte en este caso… fue una muerte lenta”. Los documentos de la acusación indican que la causa de la muerte de Preer fue traumatismo contundente múltiple y estrangulación.
Gligor salió con la hija de Preer durante cinco años y era bien conocido por la familia. “Creemos que no siente remordimientos”, declaró McCarthy.
