Las familias musulmanas y cristianas, que desean que sus hijos puedan optar por no asistir a clases de lengua y literatura inglesa cuando se leen libros que contienen personajes LGBTQ, recibieron un revés legal el jueves cuando una jueza federal desestimó su solicitud.
Según la jueza Deborah Boardman, en su opinión de 60 páginas, “Los padres aún pueden instruir a sus hijos sobre sus creencias religiosas”. Creencias religiosas relativas a la sexualidad, el matrimonio y el género.
Boardman, que nació en Silver Spring, escribió: “Los demandantes no han establecido los requisitos para una orden judicial preliminar. Se rechaza su moción. Se rechaza su solicitud de una orden judicial pendiente de apelación”.
Según la ley de Maryland, los padres pueden optar por que sus hijos no reciban lecciones del plan de estudios de vida familiar y sexualidad humana. No otorga el mismo permiso en temas importantes como las artes del lenguaje.
Las Escuelas Públicas del Condado de Montgomery (MCPS) emitieron una declaración en la que señalan: “MCPS sigue comprometida a cultivar un ambiente de aprendizaje inclusivo y acogedor, y a crear oportunidades donde todos los estudiantes se vean a sí mismos y a sus familias en los materiales del plan de estudios. También continuaremos cumpliendo con nuestra responsabilidad de incluir materiales instructivos que reflejen la diversidad de la comunidad local y global al explorar las aspiraciones, problemas y logros de mujeres y hombres, personas con discapacidades, personas de diversos orígenes raciales, étnicos, religiosos y culturales, así como aquellos de diversos géneros, identidad, expresión de género y orientación sexual.”
Poco antes de que se emitiera la opinión legal, varios padres instaron a los miembros de la Junta de Educación (BOE), en su reunión de negocios, a permitirles la opción de no asistir a clases cuando se leen ciertos libros de cuentos con personajes LGBTQ.
El Consejo de Relaciones Islámicas-Estadounidenses emitió un comunicado diciendo que continuarían apoyando a las familias que quieran optar por no participar, “buscando todos los medios legales disponibles para proteger los derechos de los niños en el próximo año escolar.”
